Un día como hoy pero de hace 15 años el nadador Michael Phelps impuso el récord de ocho medallas de oro en unos Juegos Olímpicos
El 17 de agosto de 2008 el nadador estadounidense Michael Phelps reescribía la historia de los Juegos Olímpicos con un baño de oro sin precedentes. Se colgaba la octava medalla de oro en los Juegos de Beijing y arrebataba el récord, hasta ahora de siete, a su compatriota Mark Spitz. Este jueves se cumplen quince años de una hazaña que nadie ha logrado repetir.
Phelps, la ‘Bala de Baltimore‘, tiene ahora 38 años y cerró su legendaria carrera en los Juegos de Río con un total de 28 medallas olímpicas, 23 de ellas de oro.
Escribió página más impresionante de una carrera extraordinaria en la piscina del Cubo de Agua de Beijing, cuando, el día después de igualar los siete oros de Spitz, logró el octavo en el relevo 4×100 estilos.
Tenía 23 años y esa hazaña le lanzaba en el Olimpo del deporte tras ganar consecutivamente los 100 y 200 mariposa, 200 y 400 estilos, 200 libre, 4×100 y 4×200 libre y 4×100 estilos.
Su logro dejó atrás la marca de su ídolo Mark Spitz en los Juegos de Múnich’72. El también nadador había ganado dos oros en la edición de México’68 e hizo historia en Alemania con siete medallas del metal más codiciado.
La Bala de Baltimore celebró ese octavo oro junto al resto de sus compañeros, Aaron Peirsol, Brendan Hansen y Jason Lezak, e impactó a los presentes en rueda de prensa con unas declaraciones también entradas en la historia.
“Quiero ser el primer Michael Phelps, no el segundo Mark Spitz”, avisó el nadador.
Su hazaña fue de magnitud tan grande que, solo con sus oros, Estados Unidos terminaría en la décima posición del medallero de Beijing. El ‘Team USA’ ganó un total de 36 oros en esos Juegos y fue segundo, detrás de los 51 de China.
Phelps regresó a competir cuatro años después en Londres, cuando ganó cuatro medallas de oro, en los 100 mariposa, 200 y 4×100 estilos y 4×200 libre.
A los 27 años, tras los Juegos de Londres, Phelps anunció su retirada y se dedicó en los meses siguientes a otras pasiones, como el golf, antes de replantearse su futuro y volver a la piscina para un ‘último baile’ en las Olimpiadas de Río.
Con 31 años, reapareció en Brasil y puso la guinda a su carrera con otros cinco oros, ganados en los 200 mariposa, 200 y 4×100 estilos y 4×100 y 4×200 libre.
Y es que más allá de lo deportivo, Phelps se convirtió también en un ejemplo al hablar abiertamente de sus problemas de depresión padecidos después de sus grandes éxitos en los Juegos.
Reconoció que vivió su momento más complicado después de los Juegos de Londres y que llegó a pensar en suicidarse.
Con la ayuda de terapia psicológica, Phelps logró controlar sus problemas de depresión y trabaja en la actualidad para promover y fomentar la práctica deportiva y un estilo de vida sano entre los niños. El nadador abrió su Fundación en 2008, con sede en Portland (Maine, este de EE.UU.).
Este jueves 17 de agosto, Phelps celebra el quince aniversario de una hazaña hasta este momento inalcanzable, el día en el que logró la mejor cosecha de oro de siempre.
Con información de EFE