VOCES DE SAN LUIS
Por Leónidas Fernández
Este martes, los potosinos recibimos la gran noticia de que la presa El Realito comenzara a surtir agua a las más de 150 colonias que han venido padeciendo la falta del vital líquido. Obvio que no fue por obra o gracia del espíritu santo, simplemente llovió por aquellos rumbos y eso benefició a la capital.
Qué si el agua viene con lodo, mojo o arcilla, eso es peccata minuta, se resuelve con la presión misma del agua, el secreto está en que no revienten los ductos o tubos que conducen el agua a San Luis Potosí, – quien los haya puesto. Afortunadamente llovió en Guanajuato y el beneficio se traslada para nuestro estado.
La relativa crisis de agua que vivimos los potosinos, se supera aparentemente con el envío del vital líquido a la capital del estado. Algunos sectores de la ciudad ya no padecerán la escasez y no habrá pretexto para que líderes o funcionarios públicos busquen beneficiarse de esto. Todo esta en que lloviera y que se reemplazaran los tubos que habían fallado.
Nadie podría dudar que el Plan Emergente impulsado por el municipio de la capital tuvo éxito. El agua no faltó, se negoció con atingencia el suministro del agua con entidades privadas y se hizo un gran esfuerzo para que, con pipas propias o rentadas, las colonias tuvieran agua. Ya si el diablo metió la cola para denostar, demeritar o adjudicarse el mérito, esa es otra cosa.
La Comisión Estatal del Agua CEA, seguramente se abrogará la hazaña. Presumirá mediáticamente y buscara hacer quedar mal al municipio, “diciendo que ellos fueron los meros chingones”; – para eso se pintan solos, pero la verdad es que Enrique Galindo Ceballos se fajó como los meros machos y enfrentó la crisis del agua.
Sin el respaldo oficial, busco alternativas, las puso sobre la mesa, encontró consenso y apoyo. La perforación, reparación y operación de pozos no fue casual ni fortuita. Todo obedeció a una estrategia para enfrentar la crisis. Cuando El Realito no funcionó, no se registraron las inconformidades auguradas, ni se desbordó la irritación social que los agoreros del desastre pronosticaban.
Eso hubiesen querido, sobre todo para madrear a un alcalde que políticamente crece y se fortalece. Lo cierto es, que no hay agua de sobra. Se tiene que cuidar y racionar para garantizar el abasto. El tema del INTERAPAS es otra cuestión. Todas las críticas en torno al Organismo Operador del Agua Potable, pareciera que están orientadas a joder por joder o a encubrir tropelías del pasado.
Hubo quien dijo que buscar gobernar la capital sería un gran problema, justamente por la crisis del agua. La politización del tema era obvia. El pueblo les valía madres. Ante la presunta crisis por la falta del vital líquido, no les parecía atractiva gobernar la capital. Ahora que está relativamente resuelto buscarán colgarse las medallas de que por ellos, la falta de agua se resolvió,,,,,, en fin.
Hasta pronto