VOCES DE SAN LUIS
Fernando Díaz de León Cardona
A veces la gente es medio mamona o muy mamona cuando se refiere maliciosamente a las organizaciones protectoras de los animales.
Esas agrupaciones a las que poca o mucha importancia se les da, luchan todos los días por sus perrillos, gatos y conejos, entre otras especies.
Pocos los comprenden, pero una mascota “es y será siempre parte de la familia.”
Hoy por hoy, los gobiernos del estado y municipales brindan todas las facilidades para que las mascotas tengan todo, para sean bien tratadas y para que alcancen una mejor calidad de vida.
Muchas veces la vida es perra y llega un momento en que la mascota ya no puede subsistir o sobrevivir. Eso le paso justamente a mi Fufa o Pelusa.
Llegó a su casa siendo toda una quinceañera. Viajó, cometió travesuras o diabluras pero siempre, Pelusa fue una perrita fiel.
Sus cuidadoras y cuidadores siempre le brindaron la mejor atención, sus gustos y caprichos, siempre le fueron concedidos.
Hoy se fue porque el destino así lo marcó.
Su partida, obvio que se convirtió en todo un pesar y tragedia, sobre todo porque su principal protectora se encuentra fuera Afortunadamente, esa gran cuidadora entendió que los ciclos de la vida se cumplen puntualmente y en lo que a ella corresponde, le dio todo lo mejor para estar bien.
Obvio que duele, y más a la distancia, pero para una mascota que sufre, que apenas logra sobrevivir o ponerse de pie, siempre; según la opinión de la gente experta que conoce de esto, es mejor dormir.
En estos tiempos, una mascota llega a ser igual al ser querido cuando está ose va. Ni los jóvenes ni los niños tienen duda, difícil entenderlo pero así es.
Aquí lo importante, es que niñas y niños, jóvenes, jovencitas y adultos entiendan que la vida tiene ciclos y que todos se cumplen rigurosamente.
No es sano aferrase a la vida. Hay que luchar sí, pero siempre existen límites y habrá cosas que no se podrán cumplir.
Qué bueno que una mascota les dio vida, alegrías, enojos y muchas cosas más.
Obvio que a Pelusa siempre la llevaremos en nuestro corazón y en nuestro pensamiento. Aquí lo importante es que cada quien sepa el rol que le toca jugar en la vida de alguien.
En lo personal no me cabe la menor duda que mi Nieta y Nieto, mi Hija y mi Yerno jugaron un papel preponderante en una mejor calidad de vida de Fufa.
Que la vida es perra, sí, sí lo es. Hoy le toco a ella, mañana, a otros, sin descontarnos nosotros. Por lo pronto, Pelusa siempre estará en nuestro corazón y pensamiento.
Nunca imaginé, que lo que pudo ser un momento de alegría, sueño y felicidad, se convirtiera en un momento de angustia, tristeza y dolor…. Lo siento mucho Nietos hermosos, no tengo más palabras.
Mil disculpas a mis lectores por estas reflexiones.
Hasta pronto
