DE FONDO
Fernando Díaz de León Cardona
Todavía nadie sabe a ciencia cierta si el presidente electo de los Estados Unidos de Norteamérica, Donal Trump, cumpla sus amenazas una vez que asuma el poder este 20 de enero. Me refiero a la deportación masiva de mexicanos indocumentados en el vecino país del norte.
En calidad de mientras, el gobierno federal aparentemente ya toma medidas para medio controlar el impacto negativo y las consecuencias que la decisión tendrá.
Que Trump es un bocón sí, si lo es, pero en su intento por legitimar su llegada y crear una cortina de humo por el resultado de su proceso penal, la amenaza parece ser realidad, a lo mejor no de la magnitud anunciada.
En el ámbito local, el gobierno de Ricardo Gallardo, deberá ser extremadamente cuidadoso con sus propuestas para mitigar la deportación masiva, si es que esta se cumple.
De entrada, anunciar 3 mil espacios en diferentes empresas para acomodar a los migrantes deportados, parece temerario o un salto al vacío con eso de que una treintena de empresas darán mano de obra.
Lo es, porque históricamente nuestro estado, situado en la región Centro Occidente, es considerada como la mayor zona de expulsión de mano de obra, ya sea histórica o tradicional, pero casi siempre por la ausencia de oportunidades laborales y la falta de oportunidades para obtener un ingreso decoroso.
La disponibilidad de algunos empresarios en solidarizarse con la propuesta gubernamental es aplaudible, – sin embargo, no se puede soslayar que la mayor parte de nuestros migrantes son originarios principalmente de las regiones Media y Altiplano.
De tal manera que son zonas en donde las empresas deberán captar a los migrantes y no precisamente en la capital del estado, simple y sencillamente porque es su lugar de origen.
Ahora bien, en la hipótesis de que se muevan hacia la capital potosina, los migrantes deportados habrán de dejar allá en los Estados Unidos sus pertenencias, su casa, su troca, sus muebles y otras cosas. Aquí van a llegar con una mano atrás y otra por delante.
Llegarán, – por supuesto, a sus sitios de origen y no necesariamente a la capital del estado, de modo que es en esas regiones donde se tendrán que impulsar programas específicos. Ya si en la capital surge algo, pues bienvenida sea la iniciativa.
ENTRE PARÉNTESIS
Las autoridades de gobierno ya anunciaron que los municipios ausentes a la reunión de seguridad no recibirán apoyo para este rubro; vaya que es algo grave. Y más aún que los alcaldes se hagan pendejos con un tema altamente demandado como es la seguridad para los ciudadanos.
O todos coludos o todos rabones. – Flaco favor le hacen al gobernador del estado funcionarios o algún diputado del PVEM al denunciar presuntas irregularidades en el Ayuntamiento de la capital.
La postura del legislador Luis Fernando Macias y del titular del IFSE, en poco o en nada contribuye a al sano ejercicio de la buena política.
Los golpes bajos y la filtración de datos es algo sumamente delicado. Sobre todo, de quienes en algún tiempo padecieron lo mismo. La guerra sucia a nada conduce.
Insistir en enfrentar al Pollo con Galindo no aporta nada bueno, por el contrario, tensa más las relaciones y calienta más la plaza. Todavía falta mucho tiempo para que se den hasta con la cubeta, de manera que no es conveniente adelantar tiempos.
Hasta pronto