Organizaciones de derechos humanos han llevado los casos ante instancias internacionales, y alertan un patrón de violencia y falta de rendición de cuentas por parte de las autoridades estadounidenses
La impunidad ha marcado las muertes de al menos seis mexicanos asesinados por la Patrulla Fronteriza en incidentes ocurridos desde territorio estadounidense. A más de 10 años de los hechos, ningún agente involucrado ha sido sentenciado, dejando a las víctimas en el desamparo y sin acceso a la justicia.
Es el caso de José Antonio Elena Rodríguez, un adolescente de 16 años que en 2012 recibió disparos desde el otro lado del muro fronterizo en Nogales, Sonora. Su familia lleva más de una década exigiendo que México actúe con firmeza ante la negativa de Estados Unidos a juzgar o extraditar al agente responsable.
Organizaciones de derechos humanos han llevado estos y otros casos ante instancias internacionales, alertando sobre un patrón de violencia y falta de rendición de cuentas por parte de las autoridades estadounidenses.
En la última década, más de 350 migrantes han muerto a manos de agentes fronterizos, y el discurso antimigrante —agravado por el presidente Donald Trump— ha profundizado el clima de hostilidad
Con información de Latinus
