DE FONDO
Fernando Díaz de León Cardona
Este martes será un día histórico para México. El intenso debate que se dará en la Cámara de Alta del Congreso de la Unión marcará, – sin duda alguna, el rumbo que habrá de tomar este país.
Los 128 Senadores de la República agrupados en seis fuerzas políticas diferentes pero aliadas en dos corrientes; opuestas y contrarias todas ideológicamente tendrán que definir si la Reforma al Poder Judicial Federal pasa o no pasa.
El debate será amplio, intenso, frenético o álgido. El primer paso del proceso legislativo ya lo atestiguaron la mayoría de los mexicanos. Primero en las Comisiones respectivas y luego en el pleno de la Cámara de Diputados donde MORENA impuso su mayoría calificada.
En Comisiones del Senado, igual ya pasó la Reforma y retadoramente una y otra parte se dijeron: “Nos vemos en el pleno”.
Las argumentaciones no dejarán de ser las mismas. Las dos grandes posturas son dos. “Justicia o Privilegios” y “Pérdida de Independencia del Poder Judicial Federal cuando estos sean eventualmente electos por el voto popular”.
Unos y otros tendrán la responsabilidad de participar con madurez, con ilustración suficiente y profunda congruencia, lo demás será demagogia, serán posicionamientos políticos y afanes protagónicos.
Tanto PAN-PRI y MC han afirmado haber cerrado filas para dar marcha atrás la Reforma. Por su parte, MORENA-PVEM y PT, tienen la certeza de que la iniciativa presidencial pasará.
De como lo van a lograr, solo ellos saben que acuerdos lograron y quienes serán el o los Senadores que le confirmarán la Mayoría Calificada a MORENA.
Para las generaciones que estuvieron atentas a los acontecimientos políticos en la década de los 90s, no dan crédito, – por ejemplo, a posturas como la del joven senador del PMC Luis Donaldo Colosio.
Retoño justamente del candidato presidencial del PRI arteramente asesinado después de pronunciar un discurso en el que su parte central decía: “Veo a un México con hambre y sed de Justicia”.
Tampoco nadie imagina cual será la postura final del Senador Manlio Fabio Beltrones, un legislador “Independiente” que abiertamente se opuso a la reelección de Alejandro Moreno Cárdenas en la dirigencia nacional del PRI.
Posición que generó una fuerte tensión y encontronazo hacia el interior del tricolor no hace más de dos meses. Ese voto será crucial y podría condicionar la renuncia de “Alito” Moreno a la dirigencia nacional priista.
Quien sabe que suceda, pero los ojos de la Nación estarán puestos este martes y posiblemente hasta el miércoles en el Senado de la República. Todo dependerá del desahogo del debate.
Muchos apuestan a las lealtades a sus partidos y dirigentes, – y otros, a la congruencia en el sentido de su voto. Por mucho que se diga que PRI y PAN son lo mismo, existen intereses irreconciliables. Tan es real que ello se reflejó el 2 de junio.
Cualquiera de las corrientes que se imponga tendrán el juicio de la historia. Por lo pronto las movilizaciones de ambas posturas existen y se ignora cuanto tiempo más resistirán, esto dependerá no solo de principios y voluntades sino de lo que en ellas se invierta. Ya lo veremos.
Hasta pronto.