VOCES DE SAN LUIS
Por Fernando Díaz de León Cardona
Siempre, en cualquier nivel de gobierno; cuando se presenta un aumento a los impuestos y derechos, suele justificarse con un: “Es algo doloroso pero necesario”, se hizo por el bien de México, del estado o del municipio.
Es el Poder Legislativo quienes lo aprueban en las Leyes de Ingresos de la federación, los estados o los municipios, pero siempre esa es la salida. “Reclámenle a los diputados, le dicen en las oficinas recaudadoras”
Y como el 2025 no es un año electoral en el que nada se puede prometer o comprometer, excepto que nos va a ir mejor, los gobiernos se despachan con la cuchara grande, al fin y al cabo, el pueblo aguanta, los empresarios callan, hablan medias verdades y los sindicatos simplemente son inexistentes.
Ya no hablemos de organizaciones populares, esas se acabaron.
Desde luego que resultan curiosas y a veces ridículas las justificaciones. En el llamado impuesto verde, – por ejemplo, se cobrará a las empresas un valor agregado. Hablan de aquellas industrias que contaminan o emiten gases a la atmósfera.
Dicen que “es para aminorar el impacto del calentamiento global”. “No mameyes en tiempos de tunas”,- es decir, con impuestos elevados pretenden resolver un problema que tiene profundas causas y orígenes. Obvio que la ruta más fácil es elevar tributos sin que ello garantice que las empresas dejen de contaminar.
Lo cierto es que hay mucha obra proyectada y muchos programas sociales que atender y alguien debe pagar, empresarios, pequeños y medianos emprendedores y el pueblo mismo, pues quien más, jódanse y San se acabó.
Evidentemente que los pretextos no faltan. En el caso del impuesto al hospedaje o enajenación de bienes solo algunos hoteleros o inmobiliarios medio se quejan. Lo hacen como si ellos lo fueran a pagar cuando la realidad es el comprador de un bien o el usuario, los que tendrán que pagar más.
En lugar de invertirle en infraestructura para el turismo que tanta falta hace en la entidad, se fueron por lo más sencillo para recaudar, aumentar el impuesto por hospedaje. Ahora, si esa recaudación va a ser para incrementar infraestructura y promover al estado, pues que bueno y así sea.
En cuanto al costo de las Tarjetas de Circulación, el incremento es escandaloso y por mucho que se diga que, si se prorratea en tres años el aumento es menor, por lo pronto todo propietario de uno o dos vehículos tendrá que aflojar en este 2025 cerca de un 70 % más.
En fin, dígase lo que se diga, los impuestos aprobados son definitivamente recaudatorios, son dolosos y un asalto en despoblado, ni modo que no. Gracias, señores diputados, ustedes finalmente cumplieron con su chamba y que siga el folklor, total, ya nos acostumbramos y hasta nos gusta.
Hasta pronto