VOCES DE SAN LUIS
Fernando Díaz de León Cardona
Contrario a lo que expresó la titular de la SEDESORE, en el sentido de que la entrega de despensas por intermediarios constituye un delito, para el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana CEEPAC, el reparto de alimentos por José Luis Romero Calzada, alias El Tekmol no representa violación alguna a la ley, vaya estupidez.
Para todos, es conocido que este personaje, al que el presidente municipal de Ciudad Valles, David Medina Salazar calificó como un hombre paranoico, esquizofrénico y bipolar. Acaba de afiliarse al PVEM y nadie ignora que su intención es contender por la alcaldía de Ciudad Valles en el 2027. Si esto el CEEPAC no lo sabe, pues peca de ignorante.
Evidentemente que presentar una queja o denuncia ante el organismo electoral local no prosperará porque es un organismo postrado y castrado, sin embargo, si algún partido político o cualquier ciudadano acude a las instancias federales como el Instituto Nacional Electoral INE o bien, ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación TEPJF, la historia será otra.
La responsabilidad y las sanciones que procedan no únicamente recaerían en Romero Calzada, sino que el corte de cabezas o sanciones serían parejas. Solo esperemos que los institutos políticos o los ciudadanos que saben que se está violando la ley tengan los arrestos para interponer la denuncia. Si esto llegase a ocurrir, el CEEPAC quedará en el más completo ridículo por su manifiesta sumisión e ignorancia.
ENTRE SOMBRAS
La sorpresiva incorporación del Ernesto Barajas Abrego a las filas de MORENA, despertó suspicacias, especulaciones, dudas y desconcierto para algunos. Nadie puede negar que Barajas, siempre fue un factor clave para el surgimiento, desarrollo y consolidación del movimiento gallardista. Ernesto siempre estuvo en las buenas y en las malas.
Si su afiliación a MORENA, obedece a que fue ninguneado, degradado y grillado en los cargos importantes que ostentó, eso lo explica todo. Si a ello se le suma de que fue un funcionario que no salió por la puesta trasera, sino que por el contrario dio la cara, acudió con los líderes del PVEM y se entrevistó con varios funcionarios del actual gobierno que lo despreciaron, pues entonces es doblemente comprensible.
Ante su reciente afiliación, obvio que muchos imaginaron que Barajas sería cabeza de playa en MORENA o una avanzada del gallardismo. La realidad es otra. Después de dos años, los principales actores políticos le cerraron las puertas. Lo quisieron encajonar nuevamente en Soledad y pese a que fue un hombre leal a los Gallardo; actuales funcionarios del gabinete y otros incrustados de “la herencia maldita”, lo desecharon.
Ernesto Barajas fue invitado a MORENA porque es un operador natural en estructuras de base y la organización electoral. Además, si alguien sabe que los Gallardo son demasiado predecibles y a veces alejados de las lecturas correctas de la política, es justamente Barajas. Sabe para qué fue invitado y sin meterse en Soledad, tendrá varias responsabilidades para hacer política, lograr amarres e incorporar a cuadros valiosos.
Será una avanzada de MORENA si, y que a nadie le extrañe verlo sentado con activos importantes del PRI, del PAN o del PMC. Será, entre otras cosas, el encargado de lograr y superar los filtros que todo candidato de MORENA deberá pasar para ser social y legalmente elegible.
Con el respaldo del centro, será el encargado de muchas negociaciones con actores y organismos importantes en el estado, de modo que, su llegada no es casual, al grado de que ya muchos cuadros importantes del MORENISMO lo ven bien. La misma Rosa Isela Rodríguez y Mario Delgado, actual titular de la SEP empujaron su llegada.
Barajas no será un hueso fácil de roer. Conoce mucho. Cosas buenas y no tan buenas, solo está en espera que no se le instrumente una embestida mediática por esos actores con los que incluso tuvo una gran cercanía en todos esos despliegues de tempestades. Ernesto sabe cómo y quiénes las armaron, cuando, para que y contra quien. En fin, al tiempo. Aquí no hay chapulineo, solo cumplir con la encomienda de hacer buena política.
Hasta pronto
