DE FONDO
Fernando Díaz de León Cardona
Los escuchamos, los vimos y fuimos testigos de la tradicional retórica. Tres informes de gobierno. Primero el del gobernador José Ricardo Gallardo Cardona, luego el de Juan Manuel Navarro y despuesito, el mismo día, el de Enrique Galindo Ceballos. Los tres sorprendentes para algunos, para otros, para Juan Pueblo no fue más de lo mismo.
Obras y la danza de los millones, crecimiento, movilidad, sustentabilidad, desarrollo e inversión económica y mejoras sociales. En síntesis, muy distantes de lo que representa una rendición de cuentas. Todo fue lucimiento, espectáculo y ganas de mostrarse. Al final del día, para eso fueron electos, para que respondan y hagan su trabajo, Lo demás son vanidades vacías.
Al margen del contenido de cada Informe, queda entre la ciudadanía la percepción de que no hay hallazgos, no hay novedades, tampoco sorpresas; todo es lo mismo y por mucho que se desgajen la cintura algunos funcionarios públicos, directivos, líderes y ex líderes de partido o representantes de medios de comunicación, nada cambia, fue más de lo mismo.
Quizá lo único rescatable son: entre líneas, los mensajes ocultos o abiertos. Pocos se los comen. Los informes sirvieron solamente para enviar señales de por dónde vienen las cosas. Los Morenos ausentes, los verdes crecidos, los rojiblancos alicaídos pero madurando y los azules a las caiditas, los escenarios no daban para más.
Aquí no se trata de interpretaciones. La lucha por el poder para el 2027 está en plena marcha. Por mucho que diga El Pollo que no hay que adelantarse, cada partido, cada corriente, cada aspirante cualesquiera que sea la alianza, ya está pensando en cómo sobreponerse al otro. En eso está cada quien y para ello se preparan y actúan. No olvidemos que la política es arte, pero también engaño.
Eso de que aquí todos caben, no es cierto. El poder es el poder y unos buscarán lograrlo y los actuales conservarlo. La política no es de monjas ni de querubines. Sobreviven y se imponen los más cabrones. Eso lo saben quienes han intentado o logrado el mando en un estado o en un municipio. No quieran engañar a sus caros y costosos electores. El discurso no les cuadra y los resultados aportados quedan en evidencia.
Las actitudes, saludos, y abrazos envueltos de hipocresía de muchos de los asistentes a los informes fueron notables. No hubo tal reconciliación solo una tregua de lo que se viene. Esto apenas comienza y para nada se augura un final feliz. Todos se darán con todo y no habrá poder sobre la tierra que lo pueda frenar.
La guerra sucia, el lanzamiento de lodo ya empezó. “Sin dudarlo, la elección se irá a tercios”. Por MORENA irá Rosa Isela Rodríguez o Gerardo Sánchez Zumaya. Por el PAN, el PRI y tal vez con el MC contra el berrinche de Sarita Rocha será Enrique Galindo Ceballos y, por el PVEM serán Ruth González Silva o Guadalupe Torres. Todo dependerá de las combinaciones que se logren en los Comités Nacionales. No hay más.
Pensar en una alianza opositora global para jugarle las contras a MORENA o a la presidenta de la República está por verse, todavía falta mucho. Podrán si, ir en coalición para la elección de diputados federales porque eso le conviene al gobierno federal, pero tampoco están casados con ello, todos tienen de donde echar mano.
El MC y el PT podrían ser los fieles de la balanza. Ya Claudia Sheinbaum le midió el caldo a los camotes con los Verdes y, muy, muy indispensables no lo son. Lo que es obvio y razonable es que la mandataria nacional no se la va a jugar por un estado y menos por San Luis Potosí que andará de cabeza dentro de pocos meses, justo por ello tal vez los dejen ir mano en decidir la principal candidatura.
ENTRE PARENTESIS
Finalmente Alejandro “Alito” Moreno puso orden en el PRI y Carolina Viggiano vino a refrendarlo. Las caras largas y pucheros fueron todo un espectáculo que nadie pudo ocultar. Así es esto.
Hasta pronto