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Es mejor encontrar una solución

DE FONDO

Fernando Díaz de León Cardona

Pensiones del gobierno del estado es y ha sido un permanente dolor de cabeza para las anteriores y actual administración. Desde luego que para algunos se convirtió en el negocio de su vida y las consecuencias ahí están.

Desvíos inconcebibles, extrañas inversiones en el exterior, enormes pasivos y carpetas de investigación enderezadas a gente externa y exfuncionarios de la institución caracterizan a Pensiones.

Recientemente, el gobernador José Ricardo Gallardo Cardona, señaló que han sido, en parte, los sindicalistas quienes a través de préstamos personales consecutivos, duplicados o triplicados han desfondado de alguna manera a Pensiones del Estado.

Es muy probable que al mandatario le asista la razón, pero habría que ver como es que se continuaron autorizando prestamos hasta en dos o en tres ocasiones.

Si algún trabajador o pensionado solicitó y le fue autorizado más de un préstamo, sin antes liquidar el primero, pues se incurrió en un abuso. Por otra parte, quien los autorizó no sin antes condicionar se liquidará el primero, entonces también estamos frente a una grave omisión o complicidad.

Lo más curioso, es que los propios directivos de Pensiones no se dieran cuenta, cuando tan sencillo resulta que revisen su sistema para ver quién y cuanto debe.

No se si los prestamos personales que han solicitado los burócratas sea una conquista sindical, lo cierto es que este esquema de financiamiento tiene muchos años en operación y hasta ahora se dan cuenta de que existen empleados que gozan o gozaron de empréstitos acumulados por una o dos veces.

El moderno sistema de la institución no concede margen de error, toda vez que, al acudir a solicitar un préstamo, aparecen los datos de quien y cuanto debe.

Si alguien tiene un crédito personal, sabe perfectamente que no puede solicitar otro hasta en tanto se liquide; se le presta sí, pero únicamente la parte proporcional a lo que tiene derecho y no más; lo que no es válido es que se solicite o se le autorice uno o dos créditos adicionales.

Este ejercicio de crédito, puede que sea una de las tantas causas por las que la Dirección de Pensiones se haya desfondado. Sin embargo, no hay que perder de vista que cada crédito, sea hipotecario o personal, se le descuenta religiosamente por nómina al trabajador cada quincena.

Eso sí, a un interés muy blando en comparación al que cobran los bancos, de tal suerte que, Pensiones recupera quincena tras quincena o mes con mes dicho préstamo más los intereses que se supone le permite capitalizarse.

A lo mejor una buena revisión a la tasa de interés, podría ser atractivo para la institución. Eso hacen precisamente los bancos y justo por ello ganan, pero decidir cancelar los préstamos, pudiera ser un exceso que impediría darle vuelta a ese dinero para capitalizarse.

Hacer esa revisión podría ser una solución para no correr los riesgos que hoy se tienen. Lo que no se vale es que se incurra en el abuso, en la omisión o en la simulación.

Hasta pronto

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