Toño Martinez
Alrededor del Mundo y no se diga México, existen lugares, pueblos, casas antiguas y construcciones diversas que son centro de actividad paranormal, y Ciudad Valles no podía ser la excepción; a unos 20 minutos de la cabecera municipal existe un sitio lleno de manifestaciones extrasensoriales, prácticas de hechicería, enigmas y lugar de brujas que acuden a practicar rituales, todo vinculado a un puente de arco bajo la via del tren con una sola entrada ya que la otra fue bloqueada practicamente por un deslave de árboles y rocas.
Mas conocido como “El Puente Soterrado”, está construido de piedras labradas sobre una corriente natural de agua que desciende de la Sierra Madre Oriental a la altura del kilómetro 514 del ramal ferroviario San Luis – Tampico.
El lugar se trata del ejido “La Loma de San Mateo”, cuyo origen se remonta a la época de las haciendas pero que cobró auge como estación a partir de 1890 al pasar por ahí la construcción del ramal ferroviario San Luis- Tampico durante el mandato del Presidente de México, Porfirio Díaz.
Investigando sobre temas paranormales -algo que practico desde hace más de 25 o 30 años- con fines informativos y didácticos en materia de lo que hay más allá del mundo real, establecimos contacto con Maximino San Juan, un ex trabajador de Ferrocarriles Nacionales de Mexico cuya casa está en la orilla de “La Loma de San Mateo” a no más de 300 o 400 m. de su domicilio. Fui acompañado por Beny Hernández del programa de radio y plataforma digital “Sector Paranormal” e integrante de la “Organizacion Mundial de Investigación Paranormal” fundada y dirigida por Carlos Trejo.
Platicar con Don Chimino fue todo un cofre de historias sobre el mundo metafísico, plagado de acontecimientos extraños en torno al puente, y una tragedia que sufrió en carne propia cuando una hermanita de solo cuatro meses de nacida fue atacada -así lo creyó su familia- por brujas mientras dormía al lado de sus padres y murió; sangraba por la mollera y el ombligo donde la habían mordido afirmó.
Don Chimino posee una memoria extraordinaria y recuerda hechos de todo tipo, fechas, nombres desde que era niño.
La casa de Don Chimino se encuentra cerca del puente, monte de por medio, lo cual le ha permitido ser testigo cercano de misterios que ahí se desarrollan y que aparentemente no tienen explicación lógica.
Conociendo nuestro interés por el puente, Don Chimino, luego de darnos un adelanto de relatos extraños se ofreció a servirnos de guía para llegar al “Puente Soterrado” y bajo un calor que sobrepasada los 35 grados nos encaminamos por una vereda y luego por la vía hasta llegar a la parte superior; ató un extremo de la cuerda a un trozo de riel y comenzó a descender por el terreno entre maleza y rocas sueltas hasta llegar a la entrada unos 10 metros más abajo para luego llamarnos a bajar
“Nomas tengan cuidado no se vayan a desbarrancar” nos dijo.
Me toco ser el siguiente y aunque me pegue una buena espinada, lo segui colgándome por la pendiente y luego Beny Hernández
El túnel del puente proyecta regular claridad y con luz del celular pude apreciar vestigios de fogatas y manchas de humo en algunas piedras de las paredes.
Aquí, dijo Don Chimino, es donde descienden las brujas que llegan como bolas de fuego; de aquí es donde se escuchan por la noche ruidos escalofriantes como si fueran resoplidos de toros peleando, chivos balando, gruñidos aullidos y lamentos.
Cuando llueve o solo llovizna y se acerca un tren, a lo lejos surge el fantasma de un garrotero que murió accidentalmente, y con una linterna hace señales a los maquinistas aparentemente para que disminuyan la velocidad por el peligro de derrumbes, relató.
Diversas personas que caminan de noche por la via para trasladarse a “Camillas”, “El Choyoso”, “Rancho Nuevo” o “El Platanito”, afirman haber visto bultos negros o blancos flotando sobre los rieles.
Sin embargo hay muchos otros hombres y mujeres que no ven nada de apariciones. Está tambien el caso de unos muchachos que venían borrachos y de repente uno de ellos se cayó por el barranco como si lo hubieran empujado y aunque iba rodando entre las piedras y maleza los demás lograron agarrarlo cuando ya estaba a punto de caer al fondo de la entrada del puente y quién sabe si se hubiera salvado..
Miren, agregó Don Chimino, el año pasado llegó una cuadrilla de trabajadores para hacer reparaciones a los rieles y yo fui a saludarlos. Al operador de una grúa le ofrecí que si quería café o de cenar, o los demás fueran a mi casa con toda confianza. El operador me dijo que el lugar era muy tranquilo porque hasta los niños iban de noche a jugar entre las maquinas y los veía desde la cabina donde dormía.
Pero le tuve que decir que por ahí no había niños y lo que vio eran duendes que aparecen tambien alrededor del pozo de dónde llevan agua para la casa. También algunas noches escuchan gallinas cacaraqueando y con pollitos pero ahí no hay corrales ni casas.
Don Chimino tiene más relatos de cosas espectrales y macabros como El “Portón de los Muertos” que se ubica cerca de un cementerio por el camino entre “Coyoles ” y Estación San Mateo, dónde en tiempos de la revolución hubo un enfrentamiento entre soldados y revolucionarios y murieron muchos de ambos bandos cuyos espíritus flotan y se escucha por determinadas noches como si estuvieran luchando pero esa, esa, será otra historia.