spot_img

El Papa se fue triste

DE FONDO

Fernando Díaz de León Cardona

Si algo le entristeció al Papa Francisco, antes de partir del plano terrenal, fue justamente que a pesar de todos sus esfuerzos por lograr la paz entre Rusia y Ucrania y en el Medio Oriente fue literalmente imposible. Mientras que los líderes mundiales se empecinan por mantener esas guerras, para el sumo Pontífice significó una gran tristeza y depresión su infructuoso intento.

Observar desde Roma, como el mundo se desmorona por la espiral de violencia que azota a muchos países y, ver como un enloquecido presidente del país más poderoso del planeta inició con una guerra comercial que afecta la economía mundial y que genera recesiones, inflación y más pobreza, se suma a esa tristeza que el Papa Francisco reflejaba antes de morir.

El mundo católico, efectivamente está triste por la partida de un líder mundial que supo imprimirle a la iglesia una identidad más plural, más abierta e incluyente. Desde la aceptación misma del matrimonio entre seres del mismo sexo, hasta justificar y defender el homosexualismo, habla de un Pontífice de mente lúcida y abierta.

Su papado y su forma de ver el mundo lo volvió un hombre excepcional. El hecho de condenar la pederastia y presionar para que se dieran renuncias masivas dentro de la iglesia católica, – justo por esa postura, representa un cambio radical en una corriente católica que todavía, en muchas partes del mundo se conduce con doble moral.

El Papa Jorge Mario Bergolio, el sacerdote de origen argentino que desde muy joven se preparó para llegar a Roma y gobernar el Estado del Vaticano, murió triste al ver frustradas muchas de sus aspiraciones. Muchos medios nunca destacaron sus luchas, sin embargo, – después de su partida no dejan de hacer burdas apologías de su fe, justicia y sacrificio.

Muchos medios nunca destacaron sus luchas, sus profundas preocupaciones y reflexiones, mucho menos sus Encíclicas que trazaron el rumbo de la iglesia.

El Papa Francisco deja un gran legado. Su férrea lucha en la defensa de la migración internacional nos coloca frente a un hombre que su mostró siempre preocupado, sensible, enérgico y prudente.

El zopiloteo en torno a una muerte que no deja de sorprender a propios y extraños es dolorosa, – sin duda alguna. Todavía hace un par de meses, en algunas esferas de la propia iglesia católica ya lo daban por muerto y hasta revelaban nombres de posibles sucesores.

Probablemente la muerte del Papa Francisco no causó la misma conmoción o impacto que cuando falleció el sacerdote polaco Karol Wojtyla o Juan Pablo II. Un hombre que recorrió el mundo y contribuyó de manera determinante en la transformación de la Unión Soviética y en cambios profundos en algunos países de África, Europa, Asia y en el continente americano.

Por lo pronto los Cardenales ya se preparan para el Cónclave que permitirá en breve un nuevo nombramiento. Pronto saldrá humo blanco en el vaticano y se dira: “Habemus Papa”. Quien lo suceda tendrá el enorme desafío de seguir transformando a una institución que tiene una presencia de más de 20 siglos.

El mundo ha cambiado y, la iglesia católica no puede quedarse atrapada en su pasado. O modifica muchas de sus políticas internas y externas, o simplemente estará condenada a seguir perdiendo más adeptos. Quien llegue, tendrá que continuar abordando los principales fenómenos mundiales, seguir defendiendo a los más vulnerables; apartarse de las malas tentaciones y fortalecer las idiosincrasias que cohabitan en el mundo.

Hasta pronto

spot_imgspot_img

ultimas noticias

Noticias Relacionadas