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Desvergüenza y simulación

DE FONDO

Fernando Díaz de León Cardona

¡Vergüenza deberían tener! Es la expresión de cada fin de año de miles de mexicanos cuando observan a nuestros gobernantes posados a un costado de las carreteras para dar la bienvenida a nuestros paisanos que se soban el lomo en los Estados Unidos para ganarse el sustento de ellos y sus familias.

Con banderines, confetis y música, muchos gobernadores y presidentes municipales realizan año con año un espectáculo por demás denigrante y simulador al dar, – según ellos, la bienvenida a los mexicanos residentes en Norteamérica.

“Algo hay que celebrar o algo hay que hacer para salir en cámaras o en la foto para que se piense que están atentos y preocupados por nuestros paisanos”.

San Luis Potosí, junto con otros estados de la Región Centro Occidente, entre ellos Zacatecas, Michoacán, Colima, Veracruz, Jalisco, Nayarit, Guanajuato, y Aguascalientes entre otros, conservan una tradición centenaria de la migración hacia el norte del Continente Americano.

Muchos, lo hacen justamente por ser una usanza histórica, pero la inmensa mayoría se va por la ausencia de oportunidades en sus lugares de origen. La falta de empleo y un ingreso decoroso para sobrevivir, – ellos y sus familias, obliga a muchos mexicanos a tocar tierra para desplazarse en búsqueda de mejores oportunidades, simplemente porque en México los gobiernos son incapaces de brindarles una mejor vida.

Con el tiempo, nuestros paisanos han logrado convertirse en una fuente de ingreso importante, capaz de sostener la economía regional. Ello se ha logrado gracias a que se han partido la madre bien y bonito, lejos de sus familias y su consecuente desintegración o despoblamiento comunitario. Junto con ello, la transculturización es evidente en nuestras poblaciones.

Nuestros paisanos llegan en autos o camionetas de lujo y junto con ellos la música y muchas de las costumbres o modismos gringos. En comunidades

rurales o indígenas es ya muy común ver a los pequeños con tenis o playeras Nike o haciendo expresiones cuando juegan al Fut Bol, diciendo: ¡Corner! En lugar de tiro de esquina: o bien, comiendo “Hot Dogs” perros calientes, hamburguesas o pizzas.

Esas bienvenidas de paisanos tan publicitadas son ya parte del folklor y del ridículo. La cosa es dar la imagen de que nos preocupamos por ellos y para seguir presumiendo de lo que no es nuestro esfuerzo, – es decir, cacarear de que tal o cual estado recibe un mayor número de remesas o divisas gringas cuando lo cierto es que ese dinero es producto del trabajo de los radicados en Estados Unidos, principalmente.

Ahora con la llegada del orate de Donal Trump a la presidencia de los Estados Unidos, por supuesto que decenas de miles de nuestros paisanos que no tienen sus papeles o no están en regla, están con el “Jesús en la boca”. Su temor a la deportación de la Unión Americana es real, lo dicen ellos.

El gobierno mexicano solo se ha concretado a comprometerse a frenar la migración Centroamericana, pero nada se ha escuchado como le haría para captar a tanto mexicano que pudiera ser deportado. Siendo honestos, ni el gobierno federal ni los gobiernos locales han sido capaces de brindarles mejores oportunidades a miles de mexicanos que por necesidad han partido.

Y ya no hablemos de las condiciones de las carreteras y del alto costo de casetas. O bien de la corrupción aduanera y la delincuencia que tiene secuestrado a nuestro país. Eso es tema aparte.

Hasta pronto

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