VOCES DE SAN LUIS
Fernando Díaz de León Cardona
Como es que un gobierno, dígase, estatal o municipal; presuma y divulgue que tiene “finanzas sanas” cuando los compromisos laborales o pasivos con los que cuenta con sus proveedores de servicios son monumentales.
La retórica de que las cosas marchan viento en popa termina en demagogia cuando miles de trabajadores jubilados solo reciben la mitad del aguinaldo que históricamente recibían el 25 de noviembre de cada año.
El término acuñado de “finas tranzas” por el de finanzas, toma fuerza luego de que se dejó sin el pago completo del aguinaldo a quienes dieron su vida o parte de ella al servicio del estado. “Aguanten un tantito” es la explicación oficial.
Los miles de llamados telefónicos, correos y comentarios en las redes sociales tienen anonadados a los funcionarios y empleados de la Dirección de Pensiones que no saben que contestar cuando algún trabajador jubilado les pregunta o les reclama el porqué del pago parcial.
El pobre muchacho de la dirección de Pensiones que atiende las llamadas, en especial al personal en retiro, solo se concreta a señalar que “siente mucho lo que está ocurriendo, pero que ni el propio director de Pensiones dice algo o da la cara”. O sea.
Si a esto se suma el contenido del comunicado oficial de la noche del miércoles, en el que se detalla que la federación hizo un recorte inédito a las participaciones estatales y municipales, pues el asunto ya se les complicó porque muchos municipios no tendrán ni para pagar aguinaldos, la nómina y sus compromisos de fin de año.
Falta de previsión o desconocimiento, lo cierto es que dejaron bailando a miles de pensionados que debieron recibir su aguinaldo completo el 25 de noviembre, los cuales ya contaban con su dinero para el pago de sus compromisos anuales con vencimiento al mes de noviembre.
Esta experiencia debería servirle al gobierno para que con toda anticipación prevea sus condiciones financieras reales para luego no tratar de encontrar salidas fáciles como esa “aguanten tantito”.
Todavía se espera que los verdaderos defraudadores de Pensiones sean llamados a cuentas, en fin.
ENTRE SOMBRAS
Dice la diputada Dulce Sánchez de Lira, que, ante el recorte de la federación habrá que ajustarse el cinturón pero que esta vez el apretón deberá ser más fuerte. A ver si es cierto, sobre todo en ellos.
Al Vocero del Arzobispado, Tomás Cruz Perales, no le falta razón cuando dice que habría que acudir a la casa de los políticos a manifestarse y reclamar lo que por derecho corresponda.
El Cura tiene razón, desafortunadamente los sindicatos fuertes y otros interlocutores guardan silencio y la iglesia solo se queda en señalamientos.
La elección de la dirigencia estatal del PAN no terminará bien. Ya se advierten inconformidades y probables impugnaciones por el proceso diseñado y por la compra de voluntades. Ya se verá.
Hasta pronto