VOCES DE SAN LUIS
Fernando Díaz de León Cardona
Al alcalde Enrique Galindo Ceballos, ya se la han cantado varias veces de que podría ser expulsado del PRI. La última, dijo la líder estatal del PRI, Sarita Rocha, por el solo hecho de haber acudido al registro de Verónica Rodríguez, candidata a la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional PAN.
Lo que seguramente ignora Sarita, – y vaya que es nuestra amiga, es que justamente “de eso pide su limosna Enrique Galindo” para zafarse ya de un partido sin rumbo ni futuro político, por lo menos no para el 2027 donde la elección será entre dos y en donde el PRI no estará en la cancha.
Obvio que, al asistir al registro de la candidata panista, no tenía porqué pedir permiso y si el estatuto priista lo sanciona, dirá Galindo, “pues bienvenida sea la expulsión”.
Al final del día, en este preciso momento le acomoda más al alcalde estar cerca del PAN que del PRI, además de que falta mucho para el 2027. Solo hay que ver la composición de Ayuntamiento para darse una idea.
Figuran, si, uno que otro priista, pero su presencia y responsabilidad pública responde más a sus buenos resultados que por ser priistas. Por otro lado, otra cosa que Sarita pasa por alto es, que anunciarle a Galindo de “que hay tiro”, lo único que está logrando es victimizarlo y, eso, en política, para el alcalde capitalino es oro molido, ¿A poco no se da cuenta?
Lo cierto es, que, con las posturas de la dirigente priista, que aspira a gobernar el estado algún día; y la actitud asumida por Verónica Rodríguez que adelantó que el PAN irá solo en 2027; esto, más la presunta expulsión de Enrique Galindo del tricolor, pues entonces todo viene a confirmar que la coalición PAN-PRI-PRD literalmente ya valió madre.
ENTRE SOMBRAS
Vaya lío en el que se encuentra el empresario Gerardo Sánchez Zumaya. Supongo que a estas alturas ya debería traer bajo el brazo su Amparo, sobre todo porque existen funcionarios federales, estatales, y medios de comunicación demasiado interesados en el tema.
Obvio, también partidos políticos y diputados que están actuando como mandaderos del número uno para fregarse al Huasteco. El caso Zumaya no tendrá un final feliz y no descansarán de un lado u otro hasta no verlo encerrado.
Por lo pronto en sus redes sociales, el originario de Tanquian, pese al escándalo que alcanzó dimensiones nacionales y regionales, conserva una actitud desafiante frente el gobernador del estado al cantársela de que seguirá incomodándolo.
En nuestra humilde opinión, lo más sensato es que se guarde prudencia porque una guerra sucia a nadie beneficia.
Desde el centro, alguien tendrá que dar un manotazo para calmar la tempestad. Un recrudecimiento de la pugna no conviene, al menos no a San Luis Potosí que solo observa como se están dando de cabezazos.
Ahora bien, si todo lo que se ha publicitado viene desde el epicentro del poder, pues entonces ni hablar y nada bueno se podría augurar en el mediano plazo, al tiempo.
Hasta pronto