Por Leónidas Fernández
Tanto el gobierno federal como varios estados de la República, presumen de la gestión y llegada de nuevas agencias de autos provenientes de Asia, principalmente chinas o japonesas. Tanto lo presumen que hablan de Clústeres Automotrices que presuntamente vienen a fortalecer la economía y a resolver el problema del desempleo.
Los gobiernos locales, promueven y defienden el que una o varias empresas de Asia se instalen en sus estados, y obvio, les ofrecen terrenos, servicios e incentivos fiscales por largos períodos. Lograda la hazaña, los dueños de las armadoras llegan como amos y señores a tierras mexicanas.
Los precios de sus automóviles son en realidad competitivos y atractivos en algunos casos. Otros le ofrecen las perlas de la virgen. Le ofertan bonos, y aseguramiento de la unidad hasta por un año. Claro que esto va de la mano con cómodos enganches y mensualidades a modo.
Los autos que exhibe, – por ejemplo, MG son a simple vista atractivos. Desde luego que todos los beneficios que le ofrecen lo llevan a usted a engancharse para comprarles lo que ya se le puede denominar “autos desechables”, “chafas” y de poca durabilidad simplemente porque no hay refacciones o partes que resuelvan alguna descompostura.
Ahora bien, si a usted estimado lector, le dan o da algún golpe, en teoría se supone que una compañía aseguradora como Banorte, u otras, deberían intervenir ante las autoridades de Protección Vial para que su unidad sea recuperada y no sufra retrasos en su reparación.
Lamentablemente esto no es así, los ajustadores, los abogados y la Aseguradora en su conjunto se hacen pendejos, no actúan y dejan pasar el tiempo, al fin y al cabo, ellos no son los afectados. Y no solo ocurre eso, sino que agencias como MG no tienen piezas o partes de reemplazo.
Tienen que pedirse a China y si bien le va, tardarán hasta 4 o 5 meses en llegar. El seguro usted ya lo pago o lo está pagando. Ante esto, está demostrado que existe una total mediocridad e irresponsabilidad tanto de ellos como de la agencia MG que no faltarán pretextos para decirle que el barco en que venían las piezas, se descompuso o se atoró en la aduana, así de crítico y lamentable.
Si ese vehículo que usted les compró a MG, sería para cumplir con su negocio, para trasladarse al trabajo o a la escuela, simplemente ya se jodió usted y su familia. Eso sí, no hay día que los gobiernos presuman de la llegada de este tipo de empresas aunque no se den cuenta que atrás existe un absoluto incumplimiento.